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lunes, 27 de febrero de 2012

Doscientos años de historia porteña - Parte II-C- Los residuos sólidos urbanos LAS TRES ERRES: REDUCIR, REUTILIZAR Y RECICLAR

>fuente FabaInforma

La noción que se sintetiza en la expresión tres erres es promover cambios en algunos hábitos cotidianos con el fin de utilizar los recursos de una manera más racional y llevar al mínimo la generación de residuos. Cada erre tiene un significado preciso, pero frecuentemente esos conceptos se usan de manera equivocada como sinónimos.
• Reducir significa disminuir la cantidad de residuos generados evitando utilizar o gastar lo innecesario. Por ejemplo, utilizar ambas caras de la hoja de papel al imprimir, usar menos bolsas de plástico, evitar los productos con excesivo embalaje o descartables, apagar luces, cerrar canillas, etcétera.
• Reutilizar significa aprovechar cosas que consideramos desechos para volver a emplearlas con el mismo fin o con uno distinto. Por ejemplo, envasar nuevos elementos en frascos, latas y cajas que contenían productos diversos; o almacenar agua que proviene de una canilla que gotea, y en ese momento no se puede reparar, para más tarde regar plantas.
• Reciclar significa aprovechar los restos de un producto como materia prima para fabricar otros. Este proceso es generalmente industrial y para que ocurra es necesario que los residuos potencialmente reciclables se dispongan por separado, para facilitar su recuperación e ingreso en el circuito de reciclaje (tarea que en su mayoría realizan los cartoneros o recuperadores).
Los próximos doscientos años

A lo largo de los doscientos años comentados, la Ciudad de Buenos Aires acompañó la tendencia mundial en el incremento del volumen y la variedad de los residuos domiciliarios, lo mismo que en la utilización de productos de reducida vida útil elaborados a partir de hidrocarburos y madera que son recursos no renovables o de muy lenta velocidad de renovación.
La sociedad también avanzó en la comprensión de las consecuencias de la actividad humana sobre los recursos naturales y sobre el ambiente que nos rodea. En el caso particular de los residuos domésticos, está entendiendo que tanto su generación excesiva como su manejo inadecuado contaminan el aire, el suelo y el agua, y que también generan marginación social.
Las tecnologías y el marco regulatorio evolucionaron acompañando los cambios en la percepción del problema y, en la actualidad, no consideramos los residuos domésticos exclusivamente como algo que debe ocultarse y eliminarse lo más rápido posible. Vamos tomando conciencia de que debemos eliminar residuos a menor velocidad, y que debemos enterrar o quemar sólo cierto tipo de residuos.
Los caminos que hemos comenzado a transitar implican cambios de hábitos que trascienden la forma en que disponemos de los residuos e incluyen una más cuidadosa elección de la cantidad y del tipo de productos que consumimos. Incluyen también la noción de que quienes fabrican productos deben hacerse cargo de la disposición de sus residuos, sobre todo de aquellos que son contaminantes, y quienes los usan deben proceder de conformidad.
El desafio actual y para los próximos años es que los porteños -población y gobiernos- cumplamos y exijamos el cumplimiento de las disposiciones legales ya vigentes, que nos permitirían vivir en un ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo humano de las generaciones presentes y futuras.
No es un desafío menor y se presenta para la comunidad entera, aunque su éxito dependa de la suma de las acciones individuales. Será necesario compromiso y voluntad de entender el problema, y esfuerzo por descifrar y controlar los diversos intereses individuales, políticos y económicos que promuevan el consumo de bienes y servicios superfluos.
Si bien lo anterior es aplicable a cualquier sociedad y a cualquier territorio, tiene algunas características especiales en Buenos Aires, cuya extensión geográfica es limitada y le impide disponer de espacio para rellenos sanitarios. De ahí que las tres erres -reducir, reutilizar y reciclar- parecen en este momento la mejor orientación estratégica para que los porteños miremos con optimismo los próximos doscientos años. CH

Fuentes:
Buenos Aires, De Luca M, Giorgi N, Elena Guaresti ME, Ferreyra J, Gudewort A y Meneguzzi A, ‘Evolución de la calidad de los residuos sólidos urbanos (1972-2005)’, 15º Congreso Argentino de Saneamiento y Medio Ambiente, 3 de mayo de 2006. Valparaíso, ‘Estudio. Caracterización de la composición de residuos domiciliarios en la Región Metropolitana. Informe final’, Comisión Nacional de Medio Ambiente, Chihuahua, Gómez G, Meneses M, Ballinas L, Castells F, 2009, ‘Seasonal characterization of municipal solid waste (MSW) in the city of Chihuahua, Mexico’, Waste Management, 29:2018-2024. Barcelona, Consorci Área Metropolitana de Barcelona (AMB),http://www.amb.cat/web/emma/residus/generacio. Londres, Waste Composition Scoping Study. Greater London Authority http://legacy.london.gov.uk/mayor/strategies/waste/docs/waste_composition_scoping_study.rtf. Bogotá, Zafra CA, ‘Metodología de diseño para la recogida de residuos sólidos urbanos mediante factores punta de generación: sistemas de caja fija (SCF)’, II Simposio I Iberoamericano de Ingeniería de Residuos. Barranquilla. Santiago de Chile, Velásquez Cisternas, ‘Gestión de residuos sólidos domiciliarios en Santiago de Chile’, Asociación Argentina de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente. Quebec, Bladé MD, ‘La gestion des déchets solides ménagers par une approche de gouvernance locale:
Cas de Cotonou’, http://www.usherbrooke.ca/observatoire/docnouvelles/journee2/dbalde.pdf
Los autores, que integran el programa MIRA, agradecen la ayuda de Alicia Montoya (cooperativa El Álamo), Pedro Faedo (Instituto Argentino del Envase), Sara Torres Corbalán y Alicia Álvarez (Centro de Documentación del CEAMSE) Silvia Texidor; Carolina Mutti y Valeria Serafini (Dirección General de Estadística y Censos del Ministerio de Hacienda del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires), María Eugenia Villa y Juan Manuel Zeitler (Biblioteca de la Legíslatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) y a todos los miembros del programa MIRA por promover el espacio de reflexión que permitió elaborar este artículo. 


Lecturas sugeridas


- PRIGNANO A, 1998, Crónica de la basura porteña. Del fogón indígena al cinturón ecológico, Junta de Estudios Históricos de San José de Flores, Buenos Aires.
- SCHAMBER PJ y SUÁREZ FM, 2002, ‘Actores sociales, cirujeo y gestión de residuos. Una mirada sobre el circuito informal del reciclaje en el conurbano bonaerense’, Realidad Económica, 190.
- SUÁREZ FM, RODRIGUEZ M, CARRÉ MN e IULITA A, 2004-2009, ‘Gestión de Residuos sólidos urbanos’, en AA.VV., Atlas ambiental de Buenos Aires, Museo Argentino de Ciencias Naturales (Conicet) y Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (UBA), en internet (marzo de 2010) en http://www.atlasdebuenosaires.gov.ar
Otras fuentes en internet

- LEY DE BASURA CERO:
ttp://estatico.buenosaires.gov.ar/areas/med_ambiente/coordinacion/rel
_institucionales/archivos/ley _1854.pdf
- SUÁREZ FM, 1998, ‘Breve historia de la gestión de residuos sólidos en la ciudad de Buenos Aires’, en (marzo de 2010) http://www.naya.org.ar/miembros/congresos/contenido/laplata/LP3/38.htm
MIRA, programa de manejo integral de residuos. Una contribución de la universidad
La enorme producción de residuos domésticos en las grandes ciudades conforma una de las preocupaciones ambientales más importantes de la sociedad actual. Esa preocupación no sólo se origina en la necesidad de encontrar sitios apropiados, cada vez más escasos, donde depositarlos sino, también, de reducir el consumo de recursos naturales usados para envases y otros propósitos.
En este contexto, en la Facultad de Agronomía de la UBA se creó en 2008 el programa MIRA, para promover la conciencia y el cuidado del ambiente, la reducción del consumo de ciertos materiales y el manejo racional de los residuos domésticos. MIRA busca motivar e instruir a los miembros de su comunidad de influencia acerca de medidas prácticas para consumir productos menos contaminantes, reutilizar y reciclar parte de los residuos y disponer de manera clasificada los restantes. Este programa fue iniciativa de una veintena de estudiantes, docentes y personal técnico, fue avalado por el Consejo Directivo y hoy es una de las acciones de extensión de la Facultad de Agronomía.
Sus actividades centrales se concentran en (1) la aplicación dentro de la Facultad, de la separación de los residuos en origen y su recolección diferenciada por parte de una cooperativa de recuperadores urbanos; (2) el dictado de charlas Informativas sobre manejo de residuos y consumo sustentable en escuelas y asociaciones barriales, y (3) la comunicación directa con los vecinos que utilizan el parque de la Facultad para recreación, mediante un stand abierto los sábados por la tarde. La mayoría de estas acciones fueron diseñadas y son ejecutadas por estudiantes de la licenciatura en ciencias ambientales, bajo la guía de personal académico.
El programa MIRA es una forma de cumplir con la misión de la universidad de contribuir a mejorar la calidad de vida de la población y constituye una valiosa experiencia formativa, que trasciende el ámbito del aula o del laboratorio, para los estudiantes que participan en ella.
AUTORES


María Semmartín

Doctora en ciencias agropecuarias, UBA, Profesora adjunta en la cátedra de Ecología, Facultad de Agronomía, UBA. Investigadora adjunta del Conicet.
semmartin@agro.uba.ar


Laura Amdan

Estudiante de ciencias ambientales, Facultad de Agronomía, UBA.
Mariano Fredes
Estudiante de ciencias ambientales, Facultad de Agronomía, UBA.
Nadia Mazzeo
Estudiante de ciencias ambientales, Facultad de Agronomía, UBA.
Ayudante de la cátedra de Botánica Agrícola, Facultad de Agronomía, UBA.
Verónica Pierini
Estudiante de ciencias ambientales, Facultad de Agronomía, UBA.
Ayudante en la cátedra de Edafología Facultad de Agronomía, UBA.
Josefina Uijt Den Bogaard
Estudiante de ciencias ambientales, Facultad de Agronomía UBA.
Laura Ventura
Estudiante de ciencias biológicas FCEYN, UBA. Técnica-asistente en la cátedra de Ecología, Facultad de Agronomía, UBA.
Jimena Vogrig
Estudiante de ciencias ambientales, Facultad de Agronomía, UBA, Ayudante en la cátedra de Microbiología, Facultad de Agronomía, UBA.

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