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jueves, 21 de junio de 2012

Microbiología Alimentos probióticos: bacterias buenas para la salud

>Fuente Faba informa
1era parte)
Crece el desarrollo de productos alimenticios que contienen microorganismos benéficos para la salud. Son cepas de bacterias lácticas a las que se les atribuyen una amplia variedad de propiedades. Sin embargo, para algunos investigadores todavía faltan estudios confirmatorios

 Dra. Graciela De Antoni, bioquímica investigadora en el CIDCA, y actual decana de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP
Por Ana M. Pertierra
La demanda del mercado ha impulsado en los últimos años el desarrollo de una línea de alimentos funcionales probióticos, que además de su valor nutritivo intrínseco pueden tener un efecto benéfico adicional para la salud.
Los probióticos – según la Organización Mundial de la Salud – son microorganismos vivos que, suministrados en cantidades adecuadas, promueven beneficios en la salud del organismo huésped.
Especialistas en el tema les atribuyen propiedades tan variadas como disminuir la intolerancia a la lactosa, modular la respuesta inmune, inhibir la acción de patógenos intestinales, restablecer la flora intestinal y hasta presentar efectos antitumorales e hipocolesterolémicos. Sin embargo, para algunos investigadores ciertas bondades requieren mayores estudios que confirmen sus efectos en humanos.
La doctora Graciela De Antoni, bioquímica profesora titular de Microbiología en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de La Plata e investigadora principal de la CIC (Comisión de Investigaciones Científicas de la provincia de Buenos Aires) en el CIDCA (Centro de Investigación y Desarrollo en Criotecnología de Alimentos, dependiente de la UNLP y Conicet)) que se dedica al estudio de probióticos, dialogó con FABAINFORMA acerca de las ventajas de este tipo de alimentos. “Uno de los requisitos de los alimentos probióticos es que los microorganismos permanezcan viables luego de atravesar el tracto gastrointestinal para llegar activos la intestino”, dijo.
Si bien cada vez son más las cepas estudiadas para ser incorporadas a los alimentos, la legislación establece una serie de requisitos. “ Este es un momento de revisión, hasta hace una década casi cualquier cepa con una mínima prueba ya podía ingresar al mercado sin mayor dificultad, sin embargo ahora la legislación es bastante estricta, sobre todo la europea, y requiere que las cepas sean probadas, estudiadas en su inocuidad y que las características probióticas que se le atribuyen deben estar debidamente demostradas en humanos”, explicó De Antoni.
Según la investigadora, la propaganda de las bondades de estos productos ha sido desmedida porque se han atribuido a algunos microorganismos propiedades que todavía no han sido demostradas en humanos.
De Antoni explicó cómo trabaja el grupo de investigación que lidera en el CIDCA. “En primer lugar se aísla la cepa nueva, luego se la identifica y caracteriza y mediante estudios in vitro y en animales de laboratorio se prueba su acción benéfica”. La doctora De Antoni – que a su vez está desempeñando el cargo de decana de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP– comentó: “ A nosotros nos interesa estudiar la acción de probióticos contra ciertos patógenos intestinales. Hacemos estudios in vitro con células y trabajando con animales de laboratorio probamos si un microorganismo potencialmente probiótico aislado de la naturaleza puede inhibir la acción de la toxina shiga de Escherichia coli enterohemorrágica o el poder invasivo de la Salmonella”.
Según De Antoni, varios pueden ser los mecanismos de acción del poder de los probióticos contra los patógenos intestinales. “En la superficie de Lactobacillus plantarum, un probiótico aislado de kefir, hay una proteína que es capaz de destruir la capacidad tóxica de la toxina shiga o al menos disminuirla de forma notable”, dijo. Se plantea más de una hipótesis: que la toxina quede secuestrada en la superficie de la bacteria probiótica, o que esa proteína hidrolice la toxina del patógeno. “Hay muchos mecanismos por los cuales una bacteria probiótica puede disminuir la capacidad infectiva o toxigénica de un patógeno. También puede darse a través de metabolitos antimicrobianos como por ejemplo la producción de ácido láctico”.

Bacterias presentes en la naturaleza

Las bacterias probióticas constituyen un grupo muy heterogéneo de microorganismos que se encuentran en lugares tan disímiles como la superficie de plantas hasta el tracto gastrointestinal de los animales. Las cepas más utilizadas son las bacterias lácticas, distintas especies de Lactobacillus, levaduras y bifidobacterias. Según los expertos, las bacterias lácticas más estudiadas y de las que se acumula la mayor evidencia sobre sus efectos benéficos para la salud humana son Lactobacillus acidophilus, Bifidobacterium y Lactobacillus casei. Sin embargo, el creciente interés que despierta este tipo de bacterias ha llegado hasta lograr la secuenciación de más de 53 genomas de diferentes bacterias lácticas. “Si bien ya se conoce la secuencia genómica de muchos lactobacilos todavía falta asignarle la funcionalidad a las proteínas producidas por la cepas probióticas”, señaló la bioquímica.

 Bio-yogures, leches fermentadas y quesos probióticos 

Además del CIDCA, en el país hay dos institutos dependientes del Conicet que se dedican al estudio de probióticos: el CERELA (Centro de Referencia para Lactobacilos) en la provincia de Tucumán y el INLAIN (Instituto de Lactología Industrial) en la provincia de Santa Fe.
El grupo de becarios coordinado por De Antoni en el CIDCA aísla bacterias lácticas a partir de los gránulos de kefir, un producto milenario constituido por la simbiosis de una flora mixta integrada por bacterias ácido- lácticas, ácido-acéticas, levaduras y hongos de una riqueza casi inagotable. También experimentan con bifidobacterias aisladas de intestino de lactantes sanos para medir la actividad de probióticos contra cepas patógenas de bacterias, parásitos y hongos como ciertas especies de salmonellas, Escherichia coli, clostridium difficile, giardias y hongos toxigéncos.

2da Parte: http://danielpensalaboratorio.blogspot.com.ar/ 

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